miércoles, 21 de diciembre de 2011

QUERIDOS REYES MAGOS:



Sé lo que me vais a decir, que ya soy un poco mayorcito para andar escribiéndoos  cartitas, pero es que me cuesta, lo siento mucho, desapegarme de esas cosas que desde la infancia, a mí también  me llenaban de orgullo y satisfacción, al calor del hogar, todos reunidos la mañana del seis de enero frente al roscón vuestro. Aún cuando no había tanta bonanza y  desde pequeñitos, mi generación de clase humilde,  tuvimos que aprender a  fingir esa inmensa  alegría ante nuestros  pobres papás,  que en complicidad con vuestras majestades  se esmeraban con la mejor de las intenciones, en que no nos faltara la mierda de juguete, los calzoncillos y el par de calcetines (los años buenos) y que nada tenía que ver con lo que habíamos pedido.

Claro que como existía aquello de; “no habrás sido todo lo bueno que debieras este año”, uno se contentaba también de conciencia. Y cuando Francis, el niño pijo del barrio, nos preguntaba que qué nos habían echado los reyes, la mayoría de nosotros, ingenuos mentirosos, le decíamos a boca llena: “un montón de cosas que tengo en mi cuarto, pero he bajado a la plazoleta sólo con este coche de bomberos, porque es lo que más me gusta”. Esta además, pensaba yo, era la prueba más  fidedigna de la existencia de sus mágicas majestades, contradiciendo la barbaridad que decía el “mojoso” ¿Quién si no podría pensar en hacerme corregir esa afición a la pirotecnia que compartía con los del barrio? Mis mayores tirándome de las orejas no lo habían conseguido. Sin embargo vosotros, no sólo me habíais  perdonado, sino que me disteis  la oportunidad de ser el capitán del mismísimo cuerpo de bomberos.  La verdad,  en mi pandilla no éramos todo lo  buenos que deberíamos haber sido, esperábamos a que Francis subiera a su casa a hacer pipí para  pincharle la BH de color caramelo que le trajo Baltasar  (Francis, a pesar de todo era muy campechano. Tenía el mismo rey favorito que nosotros. Aunque para mí que también tenía mano con vosotros tres, ¡tramposo!).

Tampoco podía uno esperar mucho más en función de cómo había sido el comportamiento. ¿Cómo se nos pudo ocurrir dejarnos llevar por nuestros demonios el día que bombardeamos a Francis a tomatazos podridos de la frutería, desde el tejado de los comerciales el grandioso día de su primera comunión? Él iba vestido de príncipe, y los niños de su cole privado irían vestidos de Almirantes  y otras altas instancias. Nosotros, en el público, hicimos la comunión de marinerito. No por nada, es que nuestras familias guardaban la tradición. La tradición de que el traje del mayor tenía que sobrevivir a la comunión del más pequeño.  

Ilustrísimas majestades, sé que el pobre Francis se tuvo que ir del barrio por culpa nuestra, éramos muy malos, y yo, particularmente, no me lo he perdonado aún. Se mudaron   a un complejo residencial, con piscinas, jardines y atracciones de parque.  Una valla muy alta a lo largo de todo el recinto garantizaba su nueva felicidad. Desde entonces  se pasó el resto de su infancia sin poder fardar con nosotros de los magníficos regalos que le hacíais. Allí los otros niños jugaban con cosas de su mismo nivel. Debían ser muy buenos.  El  “chocao” se trajo de allí una bici-caramelo, que según él no la debían querer porque estaba siempre recostada en el mismo árbol. Él decidió inocentemente rescatarla del aburrimiento. Con ella aprendimos a montar todos, y hasta “el aceitero” se partió un brazo intentándolo. Creo que ese fue uno de los días más felices hasta entonces  del “aceitero”; cuando le enyesaron no hacía más que repetir: “¡ya´man enyesao cuatro veze! ¡oe-oe-oeo-eo-eee!

Nos enteramos después de muchos años que Francis se convirtió en inteligente en la Facultad de Derecho, donde estuvo estudiando doce años. Seguía siendo tan bueno como siempre. Luego  supimos  que  dirigía la empresa de su padre y  fuimos a visitarlo a la calle Virgen de Luján, donde tenía la oficina. Nos atendió de maravilla y nos invitó a desayunar en una cafetería donde lo único cutre que había en ese momento éramos nosotros. Francis nos explicó que no podía colocarnos a ninguno en su curro, tenía la plantilla completa. Pero antes de despedirse  nos dijo: ¿queréis ver una birguería? Asentimos todos. Nos enseñó el CLK que tenía aparcado en el garaje, lo último de Mercedes. Tras alardear de su coche durante un buen rato, nos estrechó la mano “alegre”, según nos dijo, de habernos vuelto  a ver después de tanto tiempo. Tomó el ascensor privado y desapareció de nuestra “grata” compañía. El “aceitero” me miró con una sonrisa que yo conocía demasiado bien. Le dije, adivinando sus intenciones: ¡No lo hagas! ¡No!...pero se  fue directo al coche, sacó una navaja y le rajó una rueda. Tuvimos que salir de allí  a escape, como si fuésemos chiquillos. Cuando estuvimos lejos el aceitero nos miró y dijo: ¿¡Qué!? ¡Se había ido a hacer pipí!

Bueno, os he escrito todo esto porque  comprendo demasiado bien la actitud que tenéis conmigo y reconozco haber sido  siempre un viva la Pepa, cosa que no ha ayudado mucho en nuestra relación. Pero ahora he madurado, soy mucho más bueno. Ya no me junto con el aceitero, el chocao, el mojoso y tantos otros; ni sé de ellos, aunque siempre los recuerdo y los tengo en el corazón. También os digo que he dejado de sentir envidia de los niños Francis que han crecido por el mundo regentando particularísimos clubes, y el asco que me siguen  dando, sinceramente, no creo que sea demasiado pecaminoso vista las cosas que hacen ellos a los demás, porque para ellos en realidad sólo somos eso, los de-más.   

Sé que no está el horno para bollos, como decimos por aquí, así que no os voy a pedir nada, entre otras cosas porque ya nos conocemos desde hace mucho tiempo. Y pâ poca miseria ninguna, a lo sumo un poco de carbón, haber si puede ser un saco lleno (tengo chimenea y me viene bien para el brasero). Lo que si os digo, y esto es en confianza, y para los tres; si tenéis hijas casamenteras cuidaros  bien de  vuestros yernos. No les dejéis al cuidado de los cofres, ¡por lo que más queráis!, todo lo más el de la mirra, que la mayoría de la gente o no sabe lo que es o no la usa, mirrad que os pueden salir rana. Sin más que deciros, un afectuoso saludo a los tres, pero como siempre especialmente a ti Balti, por cierto, este año tráete los papeles, me huele que van  a  pedirlos a manta.   

viernes, 9 de diciembre de 2011

CONSTITUCIÓN DE LA ASOCIACIÓN POR “EL CINE Y LA CULTURA”.


Explicación del proyecto.
El pasado jueves 8 de diciembre de 2011, y reunidos en Asamblea Constituyente a las 7 horas de la tarde, los miembros del  ya activado desde hace cuatro semanas consecutivas  “Club del Cine y la Cultura”,  decidimos por unanimidad darle a la idea un carácter amplio, identificado y legalizado como Asociación que aborde actividades y temas relacionados con el mundo del Cine en particular y de la Cultura en sentido general.
Nuestras actividades girarán en torno:
1º La proyección de forma rotatoria de películas modernas, documentales, cine club (clásico)   previamente propuestos y aprobadas en las reuniones de las Juntas Directivas  (que se ampliarán a la participación de cuantas personas les interese y quieran asistir).
2º Discusión de contenidos proyectados vistos  cada tres secciones realizadas.
3º Intercambio y creación de banco de datos de contenidos literarios (libros, revistas, artículos, etc.)
4º Charlas y debates programados sobre temas de actualidad y otros.
5º Actividades relacionadas con algún deporte o evento que promocione a la Asociación en cualquiera de sus aspectos.
Nombre de la Asociación.
Tras discutir y barajar varias alternativas optamos por el nombre de  Asociación por el Cine y la Cultura Soto-Vázquez”, en memoria a Manuel María de Soto y Vázquez, cuya vida constituyó un ejemplo vibrante de lucha porque la expansión y divulgación de la enseñanza  y la cultura estuvieran al alcance del pueblo en los comienzos del siglo pasado.
Aprobación de los estatutos.
Los estatutos que se presentaron a modo de borrador fueron aprobados y se gestionarán para su legalización y registro  a la mayor brevedad posible.
Aprobación de la Junta Directiva.
La Junta Directiva queda constituida de la siguiente forma:
Presidente: Chema
Secretaria: Fran
Tesorero: Sebi
Vocales:
-Ildefonso
-Isidoro
-Lucía
-Antonio
-José
-Casiano.


Campeonato de ping-pong.
En breve organizaremos un campeonato de ping-pong que anunciaremos  con todo detalle en este blog, en facebook, en twiter, twenti, en carteles por centros y  establecimientos,  y por supuesto,  con invitaciones directas.  Os animamos a que participéis.

PARA MÁS INFORMACIÓN:
 Para inscribirte  como miembro de la Asociación, o si necesitas más información  puedes contactar con cualquiera de los miembros de la Junta Directiva. Esperando poder contar contigo recibe un cordial saludo de todos nosotros.